sábado, 4 de diciembre de 2010

Jengibre

plantas magicas
Del griego zingiberis, el jengibre en realidad toma su nombre de una raíz etimológica tamil, lengua del sur de la India, también su país de origen, y significa «cuerno». Sin embargo, en la Antigüedad, fue sin duda importado incluso desde Arabia, ya que más tarde, especialmente en la Edad Media —época en la que era bastante apreciado en Europa—, provenía tanto de los países árabes como de la India. El que se cultivaba en Arabia era muy buscado por sus cualidades y su sabor. También en la Edad Media, se hacían bizcochos y galletas de jengibre que, además de su sabor delicado, tenían la fama de poseer virtudes laxantes, de depurar la sangre y prevenir contra numerosas enfermedades. También se preparaban licores y elixires muy sabrosos, de propiedades digestivas, utilizando la raíz de esta gran
planta tropical, de hojas estrechas, flores blancas estriadas de púrpura y odoríferas. Se maceraba en vino o cerveza. Actualmente todavía la cerveza de jengibre canadiense sigue teniendo buena reputación. También se utilizaba como cataplasma para estimular la circulación de la sangre. Pertenece a la categoría de las especias y podía utilizarse mezclada con salsas o como aroma en repostería. Pero desde la más alta Antigüedad, sus poderes afrodisíacos debidos a su acción revulsiva (que provoca una afluencia de sangre hacia los órganos periféricos) es célebre en el mundo entero. En este caso se utiliza el rizoma o raíz del jengibre. Se reduce en trocitos o, mejor, en polvo, después se deja secar y luego se prepara en infusión. Por último, un baño de aceite de esencia de jengibre tiene la fama de prevenir el reúma.

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