sábado, 4 de diciembre de 2010

Digital

plantas magicas
Digitalis, su nombre latino, que significa «del grosor de un dedo» le fue dado a causa de sus flores púrpuras dispuestas en corolas tubulosas a lo largo de su alto tallo y cuya forma evoca la de un dedo de guante o una dedalera. Así pues, en algunos países, no sin cierta ironía, voluntaria o no, se ha llamado a esta planta tóxica y mortal «guante de Nuestra Señora», o más simplemente «guante de pastor»; mientras que en otros, tal vez más conscientes de que su bello aspecto disimula dudosas virtudes, la han llamado «guante de zorro», haciendo alusión a la astucia proverbial de este animal.
En todo caso, a partir de una pequeña cantidad de sus hojas o en decocción, puede provocar náuseas, vértigos y mareos, a veces incluso delirios, y también vómitos y diarreas, a la vez que, poco a poco, el pulso cada vez va más lento y, por último, se produce una fibrilación cardíaca mortal. Sin embargo, como sucede casi siempre con los productos naturales, el mal, si se emplea correctamente, puede también hacer el bien.
Actualmente, ya nada pone en duda la virtudes benévolas, salvadoras y estimulantes de la digitalina, principal constituyente químico activo en esta flor, que fue descubierto en el siglo XIX, pero del que nuestros antepasados apreciaban ya los beneficios desde tiempos inmemoriales; puesto que el hombre siempre ha tenido el corazón enfermo. Consecuentemente, la digital ocupa un lugar importante en las consultas de las farmacias fitoterapéuticas.
Digitalis purpurea es el producto homeopático para las afecciones cardíacas. En cuanto a la digitalina, los médicos alópatas la prescriben para disminuir el ritmo cardíaco, reducir la tensión arterial y aumentar el tiempo entre los latidos del corazón.

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